Pancreatitis Aguda en Perros y Gatos: Síntomas, Causas y Tratamiento
La pancreatitis en perros y gatos es una enfermedad grave que requiere atención veterinaria urgente. Se trata de una inflamación del páncreas, un órgano fundamental para la digestión y el control del azúcar en sangre. Si tu perro o gato muestra signos de letargo, vómitos o dolor abdominal, es crucial acudir a un veterinario especializado de inmediato.
¿Qué es la pancreatitis? ¿Es peligrosa?
El páncreas tiene dos funciones principales:
- Función exocrina: Produce enzimas digestivas para descomponer grasas y proteínas.
- Función endocrina: Regula el nivel de glucosa en sangre a través de hormonas como la insulina y el glucagón.
Cuando el páncreas se inflama, estas enzimas pueden activarse antes de tiempo, dañando los tejidos circundantes y provocando un cuadro clínico grave. En gatos, es común que esta inflamación afecte también al hígado y al estómago, lo que se conoce como triaditis felina.
En la mayoría de los casos, la pancreatitis en perros y gatos requiere hospitalización veterinaria urgente para estabilizar al animal y evitar complicaciones potencialmente mortales.
Causas y factores de riesgo
Esta enfermedad afecta tanto a perros como a gatos, siendo más frecuente a partir de los 5 años de edad y en animales con sobrepeso.
Razas con mayor predisposición a la pancreatitis
Algunas razas tienen mayor tendencia a desarrollar pancreatitis, como:
- Perros: Schnauzer miniatura, Yorkshire Terrier y otras razas pequeñas.
- Gatos: El gato siamés es una de las razas más propensas.
Enfermedades preexistentes
Mascotas con patologías crónicas tienen mayor probabilidad de sufrir pancreatitis:
- Diabetes
- Hipotiroidismo
- Enfermedades hepáticas crónicas
- Obstrucción de la vesícula biliar
- Parásitos que afectan el hígado y el páncreas (Toxoplasma gondii en gatos)
- Infecciones gastrointestinales que provocan vómitos y diarrea crónica.
Alimentación inadecuada
Las comidas altas en grasas, especialmente si son consumidas en exceso o de manera repentina, pueden desencadenar pancreatitis. Esto incluye sobras de comida humana, golosinas grasas o dietas no balanceadas.
Uso de ciertos medicamentos
El uso prolongado de corticoides y algunos antibióticos puede afectar la función pancreática y predisponer a la inflamación.
Síntomas de pancreatitis en perros y gatos
Los síntomas pueden variar, pero en general, los signos clínicos más comunes son:
- Pérdida de apetito y peso (rechazo total de la comida).
- Dolor abdominal intenso (el animal puede evitar el contacto).
- Vómitos frecuentes y diarrea (las heces pueden ser pálidas y grasas).
- Letargo, debilidad y deshidratación.
- Ictericia (color amarillento en encías y ojos, más común en gatos).
Importante: Estos síntomas son inespecíficos y pueden confundirse con otras enfermedades. Por eso, es necesario acudir al veterinario para realizar pruebas diagnósticas.
Diagnóstico de la pancreatitis
Para confirmar el diagnóstico, el veterinario realizará pruebas específicas como:
- Análisis de sangre
- Hemograma: Puede revelar anemia, deshidratación y aumento de glóbulos blancos.
- Bioquímica sanguínea: Alteraciones en la glucosa, enzimas hepáticas y metabolismo de las grasas.
- Enzimas pancreáticas: La elevación de amilasa y lipasa sugiere pancreatitis, pero la prueba más fiable es la PLT (prueba específica de lipasa pancreática).
- Análisis de orina. Permite detectar insuficiencia renal, que puede estar asociada a la pancreatitis.
- Ecografía abdominal. Es el método de diagnóstico más preciso, ya que permite evaluar el tamaño e inflamación del páncreas, así como la presencia de obstrucciones o daños en órganos cercanos.
- Radiografía abdominal. Ayuda a descartar otras causas de dolor abdominal agudo, como obstrucción intestinal o cuerpos extraños.
Tratamiento para la pancreatitis
El tratamiento se centra en reducir la inflamación, controlar el dolor y evitar complicaciones.
Dieta baja en grasas y fácil digestión
Es fundamental reducir la carga digestiva del páncreas. Se recomienda:
- Alimentos veterinarios específicos para pancreatitis (piensos y latas formuladas para fácil digestión).
- Evitar dietas ricas en grasas o sobras de comida humana.
Fluidoterapia (suero intravenoso)
La rehidratación intravenosa es crucial para estabilizar al animal, mejorar la función renal y eliminar toxinas acumuladas.
Manejo del dolor y medicación
La pancreatitis es extremadamente dolorosa, por lo que se administran analgésicos potentes y antiinflamatorios.
Otros medicamentos incluyen:
- Antibióticos (si hay riesgo de infección).
- Antieméticos para controlar los vómitos.
- Tratamiento para enfermedades subyacentes (diabetes, problemas hepáticos, etc.).
En casos graves, el animal puede requerir hospitalización durante varios días para una recuperación segura.
¿Cómo prevenir la pancreatitis?
✅ Controla el peso de tu mascota: La obesidad es un factor de riesgo importante.
✅ Evita dietas ricas en grasas: No le des sobras de comida ni alimentos grasos.
✅ Chequeos veterinarios regulares: Especialmente en peludos mayores o con enfermedades crónicas.
✅ Controla enfermedades preexistentes: Diabetes, hipotiroidismo, síndrome de Cushing.
¿Cuándo acudir al veterinario?
Si notas vómitos, letargo, pérdida de apetito o dolor abdominal en tu perro o gato, solicita una consulta de inmediato al veterinario. La pancreatitis puede complicarse rápidamente, y un diagnóstico temprano mejora el pronóstico
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