Oruga procesionaria ¿Cómo puede afectar a nuestras mascotas?
¿Qué es la oruga procesionaria?
La Thaumetopea pityocampa, conocida como la oruga procesionaria, es una especie del orden Lepidoptera famosa por causar fuertes reacciones inflamatorias cuando se entra en contacto con ella.
Estas orugas están recubiertas por espinas urticantes hechas de quitina que pueden penetrar la piel y provocar una dermatitis conocida como erucismo.
Esta afección ocurre cuando las espinas se rompen, liberando una proteína irritante llamada Thaumatopina. Esta sustancia provoca la degranulación de mastocitos, lo que desencadena una intensa irritación en la piel.
Además, no es necesario un contacto directo con la oruga. Si se sienten amenazadas, las orugas pueden lanzar sus espinas al aire, pudiendo alcanzar los ojos.
¿Dónde se encuentra la oruga procesionaria y cuándo podemos verla?
La oruga procesionaria del pino se encuentra principalmente en las zonas mediterráneas, como España, Portugal, Francia, Italia y Grecia.
En España, es común en toda la península, incluyendo las Islas Baleares, y en pinos de cualquier especie, aunque su presencia es menos frecuente en áreas donde las temperaturas descienden por debajo de los -12ºC, lo que dificulta su desarrollo.
El ciclo vital de la oruga comienza a finales del verano, cuando las hembras ponen sus huevos en las agujas de los pinos. Después de 5-6 semanas, las larvas eclosionan. Durante su desarrollo, atraviesan 4 etapas, y es en la segunda etapa cuando adquieren la capacidad irritante.
Durante el invierno, las orugas permanecen en nidos ubicados en las copas de los pinos. Al llegar la primavera, abandonan sus nidos en procesión, buscando un lugar adecuado para enterrarse y completar su transformación en polillas.
Esta procesión suele comenzar con la subida de las temperaturas a principios de primavera, y es común verlas entre marzo y abril, aunque en algunas zonas, dependiendo del clima, pueden aparecer desde diciembre y extenderse hasta mayo.
Se consideran una plaga, ya que destruyen los pinos donde anidan.
Síntomas de contacto con la oruga procesionaria
La Thaumatopina provocada por el contacto con las espinas de la oruga puede causar una reacción inflamatoria localizada o incluso sistémica, dependiendo de la extensión y la rapidez del tratamiento. Entre los principales síntomas se incluyen:
- Hipersalivación y deglución excesiva.
- Nerviosismo
- Inflamación de la zona de contacto: en el caso de la lengua, puede producirse glositis o queilitis.
- Coloración anormal de la lengua: esta puede tornarse roja, morada (cianosis) o incluso negra debido a la dificultad en la circulación sanguínea.
- Ránula: formación de un quiste en los conductos salivares si no se vacían adecuadamente.
- Dificultades para cerrar la boca debido a la hinchazón, y si se presenta un edema laríngeo, puede haber problemas respiratorios.
- En casos graves, necrosis en la lengua puede desarrollarse entre 2 y 5 días después del contacto, especialmente en las zonas distales, lo que puede llevar a la caída de la parte afectada.
- Si los ojos entran en contacto con las espinas urticantes, se pueden presentar blefaritis, úlceras, edema facial y urticaria. También es frecuente la aparición de rinitis.
En casos de ingestión de la oruga, los síntomas incluyen vómitos y necrosis en la boca, esófago o estómago.
Si no se trata a tiempo, los síntomas pueden evolucionar hacia complicaciones sistémicas graves, como:
- Hipertermia (fiebre alta)
- Taquipnea (respiración acelerada)
- Taquicardia (aumento de la frecuencia cardíaca)
- Respuesta inflamatoria sistémica (SIRS)
- Coagulación intravascular diseminada (CID)
- Shock anafiláctico
- Temblores musculares
- Coma o incluso muerte
¿Qué hacer si mi perro o gato ha entrado en contacto con la oruga procesionaria?
Si tu mascota ha estado en contacto con la oruga procesionaria, es fundamental actuar rápidamente:
- Irriga la lengua con agua caliente o templada: el calor desactiva la toxina. También se puede usarse vinagre.
- Es importante no frotar la lengua para no romper las espinas urticantes.
- Tratamiento veterinario: la administración de corticoesteroides de acción rápida y antihistamínicos es fundamental para reducir la inflamación y acelerar la recuperación.
En algunos casos, se puede requerir antibióticos para prevenir infecciones secundarias. Si se presentan vómitos, se deben administrar antieméticos y un protector gástrico.
Si la oruga ha tocado los ojos de tu mascota, es importante que un veterinario valore si hay úlceras corneales o problemas de presión intraocular.
¿Cómo prevenir el contacto con la oruga procesionaria?
La mejor forma de prevenir el contacto con la oruga procesionaria es evitar las zonas de pinos entre los meses de febrero y abril, cuando las temperaturas más altas favorecen la salida de las orugas de sus nidos.
Si sospechas que tu peludo ha estado cerca de pinos y muestra alguno de los síntomas mencionados, no dudes en ponerte en contacto de inmediato con un veterinario. ¡Recuerda que actuar rápidamente puede salvar la vida de tu mascota!
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